Gastos hormiga / Analogías
Estimado lector: En la columna de este día quisiera adentrarme en un tema muy interesante, es casi imperceptible puesto que se hace de poco a poco, de ahí su nombre, algo pequeño, pero que en suma llega a representar cuantiosas cantidades. En esta ocasión me centraré en los gastos hormiga.
Los expertos en finanzas personales advierten que son los más representativos en el largo plazo, puesto que van sumando y sumando cada vez más. Son imperceptibles prácticamente. En ocasiones se hacen por costumbre, por inercia, por dejadez, falta de atención o consciencia incluso.
David Bach, escritor estadounidense en la materia, señala en su libro “El factor latte” que un café comprado todos los días en una cafetería de prestigio, del tipo Starbucks, puede representar millones de dólares a lo largo de la vida laboral. Un insignificante insumo que no pasa de los 100 pesos o 5 dólares. De ahí que me inspiré en abordar este tema.
Pongámoslo de esta manera, hay gastos necesarios, indispensables para vivir, como son: necesidades básicas de techo, alimento y vestido; también hay gastos innecesarios, de los que se podría prescindir de ellos pero no lo hacemos porque nos dan placer, estatus o sentido de valía.
Para quienes llevan cabalmente un registro de sus gastos a través de un presupuesto, son conscientes de que la columna de gastos o egresos es más abultada que la de los ingresos. Es una realidad que las fuentes de entrada son infinitamente menores a las de la salida. Haciendo este análisis podemos concluir que es de suma importancia poner especial atención en dónde se está yendo el dinero, cual gota que cae una a la vez de la llave de agua, así sucede con los gastos hormiga.
Ya abordamos el concepto en su forma general, ahora pasaremos a lo particular, a los ejemplos prácticos. Un gasto hormiga se compone de repetidas salidas de dinero con independencia de su cantidad, es la periodicidad o repetición la que hace se convierta en algo significativo durante los años. Ejemplos de algunos de estos gastos hormiga puede ser:
- Café de las mañanas
- Pago de suscripciones de video/audio/apps bajo demanda
- Adicciones (cigarro, drogas, alcohol, apuestas)
- Pago de comisiones por pago de servicios en tiendas de conveniencia
- Realizar alimentos fuera de casa
- Pago por uso de Apps de transporte, comida a domicilio y similares
- Video juegos y sus complementos
- Otras compras impulsivas
Ocho ejemplos solamente que nos dan para mucho. Vemos que aquí entran en juego los hábitos y también las emociones.
Un amigo tiene todas las suscripciones populares a plataformas de video bajo demanda posibles: Disney plus, YouTube red, Amazon prime, Netflix, HBO Max, Star+, etc. Se deja cada mes más de mil pesos en eso, a parte los cientos de pesos que se gasta en audio demanda como Spotify premium y YouTube music.
He visto en las tiendas de conveniencia a clientes pagar decenas de pesos en comisiones al liquidar sus recibos de servicios, lo malo aquí es que esta técnica se repite mes a mes, por tanto los gastos de ello van en aumento.
Las adicciones son costosas, muy costosas. Una cajetilla de cigarros Marlboro al día cuesta alrededor de 65 pesos, si lo extrapolamos al mes son casi 2,000 pesos, en un año 24 mil. Si entramos en alcohol es incluso mayor, el costo de una botella puede ir de los pocos cientos a miles al mes. Por último, las drogas, un exponencial gasto, en dosis y en salud.
Uno de los rubros más caros de los aquí expuestos son las comidas fuera de casa. Las comidas rápidas ya no suelen ser lo económicas que eran. Muchos oficinistas y demás dependientes caen en este gasto recurrente. Cada día laboral destinan una cantidad importante en concepto de alimentación que representa un porcentaje alto de sus ingresos mes a mes.
Las Apps de comida a domicilio y de transporte han revolucionado ambos sectores con su practicidad y rapidez de uso; sin embargo, suelen cargar un sobre precio considerable para sus usuarios, mismo que sumando una y otra vez representa un gasto importante y significativo.
La industria de los video juegos está en su punto cúspide desde que fue concebida, no es para menos, entre la pandemia y el quédate en casa, así como el que cada vez son más los dispositivos en donde se puede utilizar, ha hecho que grandes grupos entren al negocio de EA, Sony, Ubisoft, entre cientos de otros. Es un negocio creciente y muy jugoso. Los complementos hacen que se encarezcan, la suscripción por juego en línea, y demás, hacen que el jugador promedio deje miles y miles de pesos año con año.
Por último, y no menos importante, las compras impulsivas. Nota en un supermercado como en el área de cajas están los artículos que encajan en este rubro. Papitas, refrescos, chicles, chocolates, revistas y la lista sigue. Una amplia oferta de último momento antes de partir del lugar. Lo mismo pasa en las cafeterías, se exhiben galletas, termos, tarjetas de regalo, etc. Los comercios pretenden pescar al cliente por impulso, que pique en algo y sume su ticket promedio de compra. En general lo consiguen con mayor frecuencia de la que te imaginas.
Como lo expresaba en el cuerpo del artículo, un gasto hormiga es como una gotera de una llave, de gota en gota se pueden llenar cubetas de agua; de la misma forma, de peso en peso que dejamos a través de estos gastos imperceptibles, inocentes, pero consistentes y recurrentes, es que se nos van miles de pesos cada año. Dedicado a todos aquellos consumidores que no detallan sus egresos, a quienes simplemente se dejan llevar por la costumbre de consumir. Como cada hábito es posible reprender, si creamos consciencia y atención de ello, será mucho más fácil y posible el revertir la tendencia.
La Opinión de: César Omar Ramírez de León. Empresario, Consultor en Finanzas Personales e Inversionista en el Mercado de Capitales.